Ofimática (acrónimo de ofi de oficina y mática de
informática), a veces también llamado neurótica, automatización de escritorios
o automatización de oficinas,1 designa al conjunto de técnicas, aplicaciones y
herramientas informáticas que se utilizan en funciones de oficina para
optimizar, automatizar, mejorar tareas y procedimientos relacionados. Las
herramientas ofimáticas permiten idear, crear, manipular, transmitir o
almacenar la información necesaria en una oficina. Actualmente es fundamental
que las oficinas estén conectadas a una red local o a Internet.
Comenzó a desarrollarse en la década de 1970, con la
masificación de los equipos de oficina que comienzan a incluir
microprocesadores, dejándose de usar métodos y herramientas por otras más
modernas.
Este tipo de aplicaciones permiten crear y compartir el
trabajo en línea. Los documentos se pueden crear desde cero o importarlos a
partir de archivos de texto, presentaciones y hojas de cálculo existentes. Una
de las principales aportaciones de estas herramientas es que permiten compartir
o editar documentos entre varios usuarios (o simplemente visualizarlos) en
tiempo real.
La ofimática con red de área local permite a los usuarios
transmitir datos, correo electrónico e incluso voz por la red. Todas las
funciones propias del trabajo en oficina, incluyendo dictados, mecanografía,
archivado, copias, fax, télex, microfilmado y gestión de archivos, operación de
los teléfonos y la centralita, caen en esta categoría. La ofimática fue un
concepto muy popular en los años 1970 y 1980, cuando las computadoras de
sobremesa se popularizaron.